Preparando la Navidad

Se acerca la Navidad y este es el primer año que mis peques se enteran un poco de lo que está pasando... y digo un poco porque según ellos van a venir Papá Noel, los Reyes Magos... y el ratoncito Pérez...

Yo ya les expliqué que el ratoncito Pérez no viene ahora, que viene cuando se caen los dientes... pero a D le debe sonar muy raro porque sigue erre que erre aunque J le diga "no tato... cuando se caen los dientes!"

El caso es que llevan semanas hablando de Papá Noel, de los Reyes, de que hay que ser buenos... aunque sólo cuando les interesa.  Cuando les regaño porque se portan mal y les digo que el pajarito Pinzón les está mirando me sueltan: "no mamá, el pajarito está en un árbol en la calle"...

Cada vez que llegamos a casa se paran en la puerta del chino de abajo, miran los arbolitos iluminados y se ponen a cantar con su media lengua "Lavidá Lavidá ute Lavidáaaaaaaaaa", algún día nos echarán unas monedillas... Claro, que para show el que  montamos comprando el árbol con dos trompetillas que se agenciaron y ejercitando bien los pulmones...

Y por supuesto, las luces y los adornos navideños, los tienen fascinados... "mira mamá, é Lavidáaaaa"

Luego tenemos los adornos de nuestra casa: contra todo pronóstico, el árbol sigue en pie e intacto... eso sí, el Belén es otro cantar... creo que no se han mantenido todas las figuritas en pie ni 15 segundos desde que lo montamos...

Vale que el Belén es de Playmobil y vale que lo pusimos bajito precisamente para que pudieran verlo, tocarlo, identificar las figuras y saber quienes son... pero no esperaba semejante "aceptación", con sus pequeñas confusiones: según ellos el Ángel no es un Ángel, es un mago con una varita mágica "aaaaaaaaaabracadabra" (como pueden decir bien una palabra como abracadabra y ser incapaces de decir sus nombres claramente todavía? jajaja), Baltasar lo que lleva en la mano es una "tetera"... y así sucesivamente.  

Tampoco tienen muy claro porque no está Papá Noel en el Belén aunque sí saben que vive en el Polo Norte.  De hecho, hubo una semana que cada tarde me pedían ir al Polo Norte a la salida de la guardería.

Aparte de todas estas anécdotas, ellos están ilusionados y yo mucho más pensando en las caras que pondrán cuando vean sus regalitos, o cuando los llevemos a ver a Papá Noel o a los Reyes... definitivamente, la Navidad con niños es más Navidad

Mayte