jueves, 20 de diciembre de 2012

NAVIDADES MÚLTIPLES - Maru


Llevábamos casi un mes y medio en la UCI Neo Natal, debería decir 35 días, 6 horas, 25 minutos y contando… porque era una eternidad y cada día se me iban los latidos viendo si subíamos de un mililitro en la leche o si había o no más apneas... En fin, así llegamos a la Navidad.

Yo seguía estudiando mis proyectos de ingeniería durante la estadía de los niños, estaba como independiente y si no trabajaba no ganaba, además tenía que dar mis exámenes de fin de año en la universidad. La vida no da respiros, bien lo supe con dos críos recién llegados y todo el enredo judicial de mi marido con su ex y la pelea por la tutela de las niñas, sin olvidar que todo continúa y hay que seguir comiendo, etc, etc…

A pesar de todos los torbellinos, en épocas de Navidad me gusta pensar en las cosas buenas, que siempre las hay, y vaya que cuentan cuando uno quiere tomar aire para seguir en el camino que a cada uno le toca.
Esa noche podíamos ir un momento en la noche. Lo normal es que te dejaban estar con los peques hasta las siete de la tarde pero por ser fiesta permitían que los padres llegaran a dar un besito a las diez de la noche y hacer la última atención, léase leche y pañales, antes de que los enanitos durmiesen.

Mi marido en su cavernícola manera de expresarse, esta noche que escribo le consulto y me dice que estaba feliz ¡y que hasta filmó! (hombres) e hizo bromas francesas, lo cual es de temer, pero en fin el balance fue lindo porque sabíamos que con lo bien que estaban los pequeños ya pronto irían con nosotros a casa para empezar una nueva gran etapa como familia grande, que es como define nuestra pequeñita a su familión.



Ahora que es nuevamente época de Navidad, ya con 13 meses a cuestas de emociones por dos y el correspondiente reacomodo a la nueva situación, me complace decir que la pequeñita que este año ya comienza a leer sus primeras frases, se desvive por entretener a estos enanitos de circo y que dice cada vez que puede que son SUYOS. La nena más grande dentro de su discapacidad también se conecta con interés, si es que lloran o si se les cae el chupete. Adicionalmente mi marido ha comenzado un camino largo en temas personales, y si bien éste ha sido un camino de espinas, también ha habido rosas y es importante ver las cosas buenas que, como dije antes, nos dan el empujoncito para seguir.

Pronto nos mudaremos a una casa más grande para albergar a esta familia grande y sólo con éstas razones, por eso esta Navidad es especial. Todos armamos un arbolito pesado de adornos, lleno de luces. Hicimos galletas navideñas y hasta mi eslabón perdido cortó la masa con diminutos moldes muy contento como un chico más porque era la primera vez en su vida que lo hacía.

Pensando en todo esto con el corazón lleno de ilusión deseo que el viento sople a nuestro favor y nos dé la posibilidad de gozar esta alegría por mucho tiempo más.

Feliz Navidad a todos!
Maru

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