miércoles, 16 de mayo de 2012

LA GRAN NOTICIA - María


La historia de cómo mi sueño se hizo realidad.... Dos ¿qué?

Siempre he querido ser madre y siempre recuerdo que cuando hablaba del tema con alguien yo siempre decía: “si se pudiese elegir yo tendría primero un hijo para coger práctica y después gemelos, me encantan...”. Cuando esto lo hablaba con mi marido él siempre me decía: “sí estaría bien, aunque sabes que eso no es posible porque ninguno de los dos tenemos antecedentes”. “Ya, pero soñar es gratis”, le decía yo, jejeje.


Afortunadamente me quedé embarazada enseguida, casi nadie sabía que lo íbamos a intentar pues siempre había oído a mi madre y a mi tía contar la misma historia: “ten cuidado que en nuestra familia las mujeres se quedan embarazadas a la primera”. Y sinceramente me daba pavor las presiones a las que me someterían si tardaba “mucho” en quedarme, así que la noticia fue un shock importante para todos.



Recuerdo bien el día que me hice la prueba. Volvíamos de un viaje, llevaba tres días de retraso y aunque no quería hacerme ilusiones sabía que estaba embarazada. Llegamos al aeropuerto después de las tres de la tarde y ¡ay!, que la maleta no salía, qué nervios, jeje. Llegamos a casa y fui rápido al cajón donde tenía la prueba que me había regalado mi amiga Eva 15 días antes, me la hice y como esperaba me confirmó que lo habíamos conseguido. Nos pusimos a comer, sin saber muy bien qué decir, con una mezcla de nervios, felicidad y sorpresa. Más tarde, cuando asimilamos la esperada noticia, le hice una foto a la prueba y se la mandé a mi hermana Irene por email (ella junto con mi cuñada y Eva eran las únicas tres personas que conocían nuestros planes), y en el asunto le puse: el mejor regalo para tu santo.



Mes y medio después de hacerme la prueba íbamos ilusionadísimos a la primera consulta con la ginecóloga, ilusionadísima porque iba a escuchar el corazón de mi bebé sin sospechar absolutamente nada, cuando estando allí tendida la ginecóloga dijo: “Huy, hay dos”. “Dos ¿qué? pregunté yo, “dos embriones, vas a tener gemelos”. Miré a mi marido, que se había sentado en una silla y le dije con un hilo de voz “gemelos” él me miró, pero no dijo nada hasta que salimos de la consulta. A mí me dio por reír, no lo podía evitar, era una risa nerviosa, claro: yo que había programado todo en mi vida, todo el embarazo hasta el momento en que nacería mi bebé, me di cuenta que toda la planificación se iba a tomar por saco, ya nada sería como había planeado... 



Cuando terminó de hacerme aquella eco en la que yo no dejé de preguntar cosas absurdas y reírme a carcajadas mientras mi marido, sentado en una silla que había en una esquina, a dos metros de mí, no decía ni mu, me tomó la tensión y dice “Huy, está al límite”, “al límite?” le pregunté “sí, está bastante alta 9-13”, me quedé perpleja y le dije: “¿tensión alta yo? pero si yo soy de tensión baja, nunca la he tenido alta”. “Bueno, después de decirte que son gemelos debe ser normal” contestó.



Cuando salimos de la consulta, le dije de nuevo a mi marido: “gemelos” y nunca olvidaré sus palabras, que fueron las primeras, me dijo: “si es que no lo puedo evitar, me gusta concederte todos los caprichos”, y entonces reímos los dos juntos. 



Y así comenzó mi locura maravillosa... pero como dicen mis compañeras, eso ya es otra historia.


María.

1 comentario:

  1. Tenía muy claro que quería tener tres hijos y a mi pareja la idea también le hacía ilusión. Vivimos en un piso pequeño (60 metros), sólo tiene dos habitaciones y ya éramos 4. Nosotros y nuestras hijas de 3 y 1 año.
    La verdad es que entre el trabajo (somos autónomos), las peques y el cansancio, nuestros encuentros "a solas" eran escasos. Pero llegó el mundial y encima ganamos!!! Y lo celebramos....
    A la par que esta historia, había otra muy dolorosa. Mi tío con cáncer estaba ya muy malico.
    Antes del primer retraso estaba super nerviosa, como si fuera el primer embarazo, y aunque intentaba pensar en otra cosa, no m lo quitaba de la cabeza. Mientras, mi tío, otra complicación.
    Por fin me hice el test y... ¡Estaba embarazada! Fue maravilloso!!! Estábamos super contentos aunque mis padres algo agobiados (estaba la situación delicada de mi tío).
    Yo seguí con mi vida normal... Pero cada día era mas difícil. Me encontraba realmente mal. No podía seguir con mi ritmo de vida. En los otros embarazos trabajé hasta el final y ahora estaba de unas ¡2 semanas! Y no podía con mi alma!!! No me atrevía a decir nada porque mi tío estaba empeorando.
    Al final pasó lo que tenía que llegar. Mi tío murió. Yo estaba de tres meses y medio y destrozada física y mentalmente. Realmente que me encontraba muy pero que muy mal. El día del funeral le comenté a mi hermano que al día siguiente tenía hospital (primera eco) y que me daba la cosa de que algo estaba mal. Me dijo: "¡Ala chica, no fastidies!". Y a la noche se lo dije a mi pareja; "me da miedo ir mañana, algo no está bien". Se quedó algo preocupado porque a la visita iba yo sola y a esa hora ya no podíamos cambiar los planes. Como lo vi apuradillo, le quité importancia y le dije que seguro que eran cosas mías.
    No dormí nada y los minutos en la sala de espera me parecieron días. Pensaba en mi tío recién enterrado... Y ahora en qué tendría dentro. Cómo decirle a mi familia que no había ido bien...
    Ya entro y le cuento todo. Lo excesivamente cansada que estoy, vómitos, mareos, náuseas todo el día, etc. Y ella lo ve de momento normal. Ya para animarme algo le digo lo de siempre: "si se ve no me digas el sexo ¿Vale?" y me dice:"Uy!! Si es muy pronto!! Primero vamos a ver cuántos hay". Yo pienso que muy graciosa pero que no puedo sonreír. Le explico que ayer estuve de funeral y no estoy nada animada. Me pone el ecógrafo y me dice:"mira ¿Ves eso?" yo vi dos círculos y realmente no entendía. En una fracción de segundo (no debió pasar mas tiempo) pensé que había un feto y pegado un tumor. Sí, así de macabra estaba. Cuando me dice;" son dos cabezas, hay dos bebés".
    Todavía me emociono al recordarlo, de verdad. Por fin estos mas de tres meses tenían su explicación. Me fui realmente contenta, debía de tener una cara por el pasillo... Salí a la calle y pensé: "¡Oh, madre mía, solo yo lo se!" llamé a mi pareja y en cuanto no oyó lo que esperaba (oye, que todo bien, voy hacia allí) se puso a llorar y cuando le dije que llevaba dos aun lloró mas emocionado. Luego a mi madre y le dije :"mamá tranquila, no te preocupes ¿Vale?" y ella me dijo :"llevas dos ¿Verdad?". Fue alucinante...

    Ha sido y es un duro trabajo pero son lo mejor del mundo. Ahora tienen 5, 3 y mellizos de 1 año y me dan momentos que son indescriptibles...

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