"Lo había soñado. Tras tantas bromas de mi suegra
acerca de un embarazo gemelar, y una noche tuve un sueño sobre 2
bebés en mi interior... Tal era el susto y el miedo, que me puse a contárselo a
todos los que se acercaban a mí, con la idea de no hacerse realidad al
contarse... Vaya tontería, ¿eh?
El caso es que habíamos decidido intentar un segundo embarazo, la peque con más de año y medio y un proyecto de adopción a medio plazo... y nos pusimos a ello. Tras las primeras semanas, llegaron los síntomas... uf, otra vez náuseas… ¿tan pronto? No, no puede ser, eso sale a las 8 semanas o así, no sin antes tener la falta... pero yo me notaba rara. Había algo.
Nos fuimos a Madrid con la princesa a ver Faunia y una comida familiar... y allí seguía notando algo extraño, así que se lo dije a mi entonces marido y decidimos hacernos la prueba al llegar a casa.
No hubo ni que esperar: según caía el pipí en el test, salía la raya... ¡estaba con la boca abierta!
Mi marido encantado y yo algo asustada por ser tan pronto, pero... ya había sucedido, de nuevo, a la primera.
No tardamos en ir al ginecólogo, por supuesto, ya que con Noa fue muy controlado por los miomas y estaba de 5 semanas cuando fuimos... tardó tanto en hablar, miraba por tantos lados... Mi marido me cogía la mano y la apretó bien fuerte cuando el médico nos dijo: " Se ven bien... los dos "
Me quedé sin palabras y poco después una risa nerviosa, una mirada cómplice con mi marido y el temblor.
Nos dijo que uno latía pero el otro aún no, que era pronto... tocaba esperar.
Al salir, flotaba en una nebulosa... mi niña, mi princesa... destronada por otros 2 bebés... ¡y ella seguía tomando teta!
Llamé a mi hermana mayor y me eché a llorar... ¡me asustaba tanto!
¿Cómo iba a hacer? ¿Cómo iba a ser buena madre? ¿Cómo destetar a la pequeñita, porque con 3 no me atrevía? ¿Cómo, cómo, cómo?
El papá parecía contento y dijo que nada asustado... todos los miedos eran míos. Si llego a saber...
Nos fuimos a la playa con la niña, sin saber si llegarían los 2 o sólo habría un latido... por una parte pensaba que solo 1, solo 1, pero luego decía "¿Qué clase de madre soy que pienso así? ¡También es mi bebé! ¿Qué niño/a no vería el mundo, cómo sería, qué nos perderíamos? Impensable, impensable..." y empezaba a tocarme la incipiente barriguita con mucho cariño.
Al regresar... nueva eco. Todo perfecto. Los dos. Suspiros. Ahora sí, ahora ya sí... íbamos a ser familia numerosa. Tocaba hacer nuevos planes.
Pero eso es parte del resto de la historia... ;-)
Belén
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