viernes, 9 de mayo de 2014

LO QUE NO ME CONTARON



Cuando anuncias al mundo que estas embarazada recibes todo tipo de comentarios, consejos y relatos que comienzan con “pues cuando yo estaba embarazada de…”.  Bueno, en nuestro caso, como madres de múltiples, además nos oímos todo tipo de comentarios, algunos más afortunados que otros, como por ejemplo, mis dos favoritos: “¿pero son naturales?”, como si antes no hubiera habido gemelos o ahora se hicieran de plástico, y “no sé si darte la enhorabuena o el pésame”, que directamente es para abofetear al interfecto.

Pues bien, a pesar de que te oyes de todo, hay ciertas cosas que no te cuentan.  Probablemente esto tenga su razón de ser, ya que si se contaran la verdad de algunas situaciones, a lo mejor la especie humana ya se habría extinguido.  O no, que los seres humanos somos muy de llevar la contraria, quién sabe.  Así que, para las valientes, procedo a relatar algunas situaciones de las que nadie me advirtió:

-Nadie me avisó que habría días en los que a las 8 de la tarde estaría tan cansada que solo querría sentarme en el suelo y llorar de puro agotamiento.

-Nadie me contó que un niño de 2 años en plena rabieta que no quiere sentarse en su sillita es como David el Gnomo, es decir, 7 veces más fuerte que tú.

-Nadie me dijo que tener niños significaba que, desde que aprendieran a gatear, nunca más podría volver a hacer pis sola.

-Nadie me avisó lo difícil que es sacarle los mocos a un bebé que no quiere que se los saquen.

-Nadie me advirtió que, cuando un bebé o niño pequeño ve acercarse una jeringuilla llenita de jarabe, se convierte en la niña del exorcista, capaz de morder aunque no tenga dientes, escupir, patalear, llorar y tirarte del pelo, todo a la vez.

-Nadie me dijo que la falta de sueño puede hacer que fantasees en mitad de la noche con huir a otro continente.

-Nadie me dijo lo difícil que es hacer que se quede quieto un niño que no quiere quedarse quieto.

-Nadie me avisó de que un bebé es capaz de expulsar el doble de alimento del que ingiere, sea por dónde sea.

-Nadie me dijo que yo iba a mutar de ser una melindrosa incapaz de ver una vomitona sin sentir arcadas, a una madre que recoge todo tipo de residuos de sus hijos con las manos.  Bueno, me lo dijeron, pero no lo creí!

-Nadie me dijo que hay días en los que tu marido se convierte en tu peor enemigo porque ha dormido 10 minutos más que tú.

También hay cosas que me contaron, pero que no fui capaz de entender totalmente hasta que nacieron mis niños:

-Me contaron que cuando ves la carita de tu bebé, te olvidas de todo lo que hayas podido pasar en el embarazo y el parto.  No te olvidas, al menos yo no, pero todo merece la pena, cobra sentido y volverías a pasarlo mil veces.

-Me contaron que te enamoras de tu bebé de una forma que deja pequeño cualquier sentimiento que hayas tenido antes.  Y no, no exageraban, nunca pensé que sería capaz de querer tanto a otro ser humano como a mis hijos.

-Me contaron que el mejor olor del mundo es el de la cabecita de un bebé, y es cierto, si se pudiera embotellar y vender, el que lo hiciera se haría de oro.

-Mi madre siempre me decía lo angustiada que se sentía si yo volvía 5 minutos tarde a casa, y siempre me decía que tuviera cuidado, y yo contestaba: “¿pero que me va a pasar?”  Ahora no puedo leer el periódico o ver un informativo sin aterrarme, y si pudiera, congelaría en el tiempo a mis hijos para que siempre tuvieran 6 años.



-Me contaron que no hay nada más bonito que un niño pequeño dormido.  Y estaban equivocados, lo más bonito son tus dos bebés dormidos y abrazados, podrías mirarlos durante horas.


Y es que nadie dijo que ser madre fuera fácil, y menos madre múltiple, pero todas las dificultades se hacen insignificantes cuando un par de bracitos pequeños te ciñen el cuello y escuchas: “te quiero, mami”.  Y cuando son dos pares de bracitos a la vez, el mundo se para.

EVA

7 comentarios:

  1. Cuánta razón, Eva!!! Totalmente de acuerdo!!!
    Besitos

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  2. ^_^ Ya voy descubriendo alguna de todas esas verdades! :P

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  3. Yo tb soy madre de mellizos, también me preguntaron unas cuantas veces si era natural, estupideces que oyes a diario, como el otro día que una individua, por llamarla de una manera suave, dijo para que la escuchara "mellizos, dios nos libre" de lo que dios debería librarnos es de gente tan patética. Pero sobre todo, lo que peor he llevado desde que nacieron es que el carrito fuese una atracción de feria en el momento que salía por la puerta de casa... Era como un imán, por la calle nos paraban desconocidos cada tres pasos para mirar a los niñ@s.

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  4. Sí, que horror, durante los primeros meses, agotada y sin dormir, y cada vez que salía a la calle me paraban el carrito cada medio metro, como si en lugar de dos niños estuviera paseando dos unicornios, o algo igual de raro...

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  5. Lloré y reí al mismo tiempo con tu relato!!

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