Hay un
montón de cosas que sabes de la maternidad y los hijos cuando no eres
madre. Estás informadísima, vas a ser
una súper madre y lo vas a tener todo perfectamente organizado. Y luego, cuando por fin lo eres, llega la
realidad y te da un “zas” en toda la boca.
Y es que, aunque parezca una perogrullada, la práctica no tiene
demasiado que ver con la teoría. Así que
hoy os cuento las veces más destacadas en las que me tuve que tragar mis
palabras/teorías/pensamientos de no madre “espabiladilla”:
-Hay que
dormir cuando duerme el bebé/bebés: esta es una teoría estupenda, y no dudo de
que en caso de un solo bebé, funcione.
Pero en mi caso, con dos niños de poco más de dos kilos que comían cada
tres horas y tardaban una en tomarse un biberón, no me daba tiempo, como máximo
rascaba una horita entre toma y toma, y muchas veces estaba tan cansada y
nerviosa que no podía conciliar el sueño.
Así que tuve que pedir socorro a mi madre, que venía a casa y se ocupaba
de un par de tomas durante el día para que yo intentara dormir aunque fueran 3
– 4 horas.
-No me voy
a agobiar si los niños no comen: Ja, ja
y ja. Habiendo sido agraciada con dos
criaturas con muy poquito interés en la comida, he sufrido, llorado y temido
las horas de comer. Afortunadamente, sea
debido al comedor del cole o al paso del tiempo, la situación ha mejorado
mucho.
-No dejaré
de hacer deporte: no merece ni
comentario. ¿Deporte? ¿Cuándo? Si a las 8 de la tarde ya estoy en
modo “Señor, llévame pronto”, como para irme a sudar la camiseta…
-Ni de
coña me voy a meter yo a hacer pis con el niño: esto recuerdo oírselo contar a
una compañera de trabajo y yo pensar “pero bueno, ¿es que no puede dejar al
niño fuera un minuto?”. Pues no, no los
puedes dejar, pero no porque no quieras, sino porque no te dejan. Que en cuanto aprendieron a gatear/andar, era
verme entrar en el baño y meterse detrás.
Y claro, con la de cosas interesantes que hay que investigar en el baño,
yo intentaba batir el record mundial de los pises rápidos para intentar no
tener que sacar a un niño de la bañera/armario/cajón o que se abriera la cabeza
con alguna esquina, cosa que conseguía casi siempre, afortunadamente. Y es que, como ya he comentado por aquí, uno
de los significados de la maternidad es “nunca más mearás sola”. Eso sí, ahora ya no se meten detrás de mí, se
limitan a dar golpecitos en la puerta y hablarme…en fin.
-Sacaré
tiempo para seguir reuniéndome con mis amigas al menos una vez al mes:
jajajajajajajajaja…¡que inocencia! Normalmente,
llego al viernes tan cansada que lo único que me apetece es tirarme en el sofá
y hacerme bicho bola viendo algo que no me requiera demasiado esfuerzo
intelectual en la tele. Y las veces en
las que intentamos quedar, entre trabajos, niños y demás obligaciones, tardamos
3 meses en organizar una quedada de 3 horas.
Hay muchas
más ideas preconcebidas que se me han ido abajo después de tener a mis niños, y
supongo que otras lo harán en el futuro, pero a lo que estoy aprendiendo es a
intentar dejar las cosas fluir, no organizar las cosas de forma demasiado
rígida y a intentar relajarme y tener más confianza en mí como madre. Estoy intentando ser un junco. Pero eso, mejor lo cuento otro
día.
EVA
Buenisimo. Me siento.totalmente identificada
ResponderEliminarTengo un nino de 3 y 2 gemelas de 4 meses....imaginate je je me he reido con el post!
Madre mía! lo tuyo ya es nivel experto ;)
ResponderEliminarTodo una realidad, yo tengo tres niñas una de 6 y gemelas de 4 años y aun me pasan todas esas cosas. Bueno sumaria que mi momento de relax es cuando voy al super a hacer la compra......
ResponderEliminarOooooooooooooh! Ese maravilloso momento en el que vas SOLA al super. O esos fantabulosos hipermercados con ludoteca para dejar a los nenes mientras compras ;) lo más de lo más!
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