jueves, 20 de junio de 2013

Consejos vendo que para mi no tengo...

Hoy me voy a permitir salirme de "guión" y dejar a un lado el "cómo se organiza una mamá múltiple..." para ponerme  un poco melancólica... aunque sea un poco... y hablar de mis múltiples...

Mis mellizos tienen 27 meses... y aunque obviamente siempre han ido haciendo sus pequeños progresos, de un tiempo a esta parte me parece que crecen a pasos agigantados...  Y aún más cuando la gente me dice, pero qué grandes se les ve, pero qué cambiados!

Es una mezcla de alegría, de orgullo... y también un poquito de pena... ¿dónde están mis bebés? Está claro, que hace tiempo que no están... 

Mis mellizos, D y J
Mis bebés han dado paso a unos niños alegres, vitales (en ocasiones demasiado), un poco brutos, muy cabezotas (se nota que son maños de los pies a la cabeza), cariñosos y que pueden pasar del amor fraternal al "odio" en cuestión de segundos...

La tarea de multimadre es agotadora... yo llevo 27 meses sin dormir una noche seguida (y sumaría alguno más de la recta final del embarazo...), las ojeras forman parte de mi vida, la cafeína también... y al mismo tiempo no sé qué hacía antes sin mis hijos.

Es curioso que, aunque en cada etapa que pasamos haya cosas buenas y cosas malas, y aunque en el momento nos agobiamos de los momentos malos, el recuerdo que queda después es sólo de lo bueno.

Quiero decir, obviamente los primeros meses fueron duros... pero ahora no recuerdo las noches eternas sin dormir, el agobio de no saber cómo atenderlos o no saber qué les pasa... No, lo que recuerdo son los primeros momentos juntos, las primeras sonrisas... no lo recuerdo como una época agobiante, aunque sí como lo emocionante que era descubrir todo (ellos y nosotros).  Cosas que en su momento debieron de ser críticas, ahora son una simpática anécdota.

Y supongo que será así siempre... te parece un mundo cualquier cambio y luego lo ves como lo más normal del mundo e incluso no lo recuerdas como algo trascendental.

Esto me está pasando al escribir ahora estos post y rememorar estos últimos 27 meses: hablo de la comida, del sueño, de los carritos o de la ropa como algo natural y sin embargo, cuántos quebraderos de cabeza me han hecho pasar...

Y me veo dando consejos de paciencia cuando a mi misma me sobrecoge el agobio de la etapa que me toca vivir y tiene que ser otra mamá múltiple la que me de los consejos (gracias Eva!)

Creo que para cualquier mamá es la palabra más repetida: paciencia.  Con las primeras noches, con la alimentación, con las primeras enfermedades, con la salida de los dientes... cuando ya no puedes más... paciencia... Al final sabemos que todo entra dentro de la normalidad, pero necesitas hablarlo, contarlo, sentirte comprendida aunque, a veces, la "solución" sólo pueda ser paciencia...

Mayte

4 comentarios:

  1. No puedo dejar de estar más de acuerdo contigo,.Mayte. Certero al 100%

    Toñi

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  2. De nada :) ya sabes que aquí me tienes para todo. Uf...me has hecho soltar la lagrimilla y tengo a mis enanos todo preocupados: "que pasa, mami, porque lloras" "nada, es que me acuerdo de cuando eráis bebés" "y eso te pone triste?" "no cielo, me pone contenta" Y los pobres no entienden nada...

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  3. .y a mí también....que corta es la vida..

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  4. Siiiii... totalmente de acuerdo con todo lo que escribiste. Mis nenitas tienen 20 meses ya y no puedo creer que estèn tan grandes y al mismo tiempo sigan siendo tan pequeñas!!.

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