jueves, 26 de septiembre de 2013

Mis hijos crecen

Mis hijos crecen.  Ya sé que escrito así es un poco de perogrullo... pero con la actividad diaria intensa, un día, otro día... no da tiempo ni a pensarlo y de repente, ahí los tengo... dos personitas que con 2 años y medio ya duermen en sus camas, ya comen solitos (casi siempre), ya no usan pañal y van sorprendiéndonos con sus personalidades, sus opiniones y sus preferencias... 

Este verano ha supuesto un cambio brutal, ya no sólo por temas que saltan a simple vista, como quitarles el pañal, dejar de usar el carro, la altura que han cogido... sino también, y sobretodo, por la forma que tienen ahora de comunicarse, cada vez con más fluidez.

El año pasado era la profe de la guardería la que me contaba qué habían hecho.  Este año les pregunto y me cuentan en su media lengua todo lo que ha pasado.  Vale que hay que tener graaaaandes dosis de imaginación para entenderles, vale que muchas veces uno me dice una cosa y otro la contraria... pero ya nos comunicamos.

Conversaciones habituales pueden ser: 

- "qué habéis comido hoy, chicha o pescadito?" y que al unísono uno me conteste "tita!" y el otro "pecaíto!"
- "habéis jugado hoy con Pablo?" y uno diga "ti, mami" y el otro "no tato, Pabo no taba hoy"

Ayer por ejemplo me enseñaron un dibujo que habían hecho entre todos los niños del otoño y me puntualizaban "mamá, en otono, te caen las hocas"... me maravillan con sus "conocimientos"

Y como digo, se van perfilando sus personalidades... y como se veía venir, se parecen tan poco como sus físicos.

Tengo a D, mi rubio... extrovertido, alegre, cantarín, hablador imparable, nervioso, que no para un segundo (como va a engordar!!), con todas las inquietudes del mundo, sin miedo a nada, pero desobediente cuando quiere conseguir algo y con poca paciencia para las tareas cotidianas.

Se le entiende mucho mejor cuando habla, no pone pegas para comer nunca y duerme mejor... aunque le cuesta una eternidad quedarse dormido porque no sabe estarse quieto y más que quedarse dormido, cae agotado...

Y luego tengo a J, mi moreno... mucho más tímido, igual de alegre pero más tranquilo, más cabezón a la hora de conseguir las cosas, aunque más obediente, con la necesidad de saber cómo funciona todo, con la paciencia de hacer las cosas solito aunque le cueste el doble, pendiente de su hermano en cualquier momento.

J empezó antes a andar, nos ha puesto muy fácil su operación pañal, se duerme solito y tranquilo desde siempre... aunque siempre ha dormido peor, puedo contar con los dedos de una mano las noches que ha dormido de tirón y es más raro para las comidas... algunos días, desesperadamente raro.

Me comenta la profe que la vuelta a la guardería nota que no se separan un momento.  Que juegan con todos, pero siempre juntos.

Como final, os dejo una anécdota de ayer por la tarde.  Vamos en el tranvía, ellos sentaditos los dos al lado de una señora y D se pone a hablar con ella:

"eta é nueta mamá... y ete é nueto papá... y ete, é mi hemano, el tato... mi mejó amigo"... casi me lo como a besos mientras J le mira con todo ese amor fraternal que sólo los múltiples tienen...

Mayte

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...