viernes, 21 de junio de 2013

La autoestima de las mamás


María


No os descubro nada nuevo si os hablo de la presión que sufrimos todas desde adolescentes (incluso desde niñas) para encajar en un determinado canon estético, y sobre todo, en una determinada talla.  Y cuando digo talla, quiero decir talla pequeña, claro.  Parece que solo podemos ser de una forma, de un tamaño, de una complexión, todas iguales y fabricadas en serie.  Como las Barbies.


Una podría esperar, ingenuamente, que eso se atenuara cuando nos quedamos embarazadas, al fin y al cabo, ¡estamos construyendo un ser humano contando únicamente con nuestros propios recursos!  En el caso de las mamis múltiples, a partir de dos seres humanos,…a priori y sin ser una experta en biología se podría pensar que no es tarea fácil para ningún cuerpo.   Bueno, pues una de las primeras cosas que escuchas es: “Ahora no te vayas a engordar demasiado, eh?”.  Y no es que te lo diga  el médico, que sabe que tienes que engordarte de forma suficiente y no excesiva para que tú y tus bebés estéis bien y te controla por ello.  No, es que te lo dice todo el mundo, empezando con tu madre y terminando con la panadera del barrio que no se calla ni debajo del agua y tiene que opinar semana a semana sobre el perímetro de tu barriga.
 
Así que tú te pegas todo el embarazo cuidándote, llevando una dieta equilibrada o, como en mi caso, vomitando una dieta equilibrada durante las primeras 13 semanas, caminando todo lo que puedes, bebiendo mucho agua y alegrándote cuando te dicen aquello de “mira, no tienes mucha tripa para llevar dos” y deprimiéndote con cada “¡estas enorme!” , y haciendo competiciones con cada embarazada que ves “mira, mira (codazo a tu marido, tu madre o tu amiga), esa tiene más tripa que yo, ¿verdad? Y vaya culo se le ha puesto…”
 
Llega el momento del parto, das a luz, todo va fenomenal y cuando vuelves a casa, dolorida, agotada y feliz con tus dos bebés, empieza de nuevo la carrera.  Que si fulanita salió del hospital con la misma talla de antes de embarazarse, que si menganita se quedó en los huesos solo de dar pecho o que zutanita ha parido hace 6 meses y aun tiene barriga.  Como si no tuvieras bastante de qué preocuparte en casa, que tienes dos bebés que han llegado sin manual de instrucciones y que se sincronizan maravillosamente para querer comer a la vez, llorar a la vez o hacerse caca a la vez.  Que eso de que los bebés solo comen y duermen es mentira, o a ti te han tocado unos que no lo sabían y hacen lo que les da la gana.
 
Aún así, cada vez que sales a la calle y te encuentras con alguien conocido, sientes que te radiografían a ver si ya te has “recuperado” del embarazo y tienes la misma “figura” de antes o no.  A mí me pasó, y recuerdo que me sentía mal por no estarme “recuperando” con la rapidez requerida, y menos en mi caso, que me engordé en el post parto y sufría y me angustiaba, como si no tuviera bastante con el estrés de cuidar de los niños y preguntarme si lo estaría haciendo bien, como para encima preocuparme por si adelgazaba o no o si estaba lo suficientemente mona.
 
Ahora, visto en retrospectiva, me enfado, pero sobre todo conmigo misma.  Vamos a ver, ¡que he traído dos criaturas al mundo!  ¿No debería ser eso más importante que cuantos kilos peso o con que rapidez pierdo lo engordado en el embarazo?  Y me enfado cuando veo que se les hace eso mismo a otras embarazadas, o a otras chicas que han sido madres recientemente.  Es la presión que nunca cesa, y la sufrimos todas, las más gorditas para que dejemos de serlo, y las más delgadas para que sigan así.  Si me dieran un euro por cada vez que me dijeron tras el parto “Y ahora a cuidarse mucho para recuperar la línea, eh?” no sería millonaria, pero es posible que tuviera en mi armario unos cuantos pares de zapatos de Pura López.
 
Y, señoras, esto no es así.  Debemos darnos permiso para relajarnos, para cambiar.  Hemos perdido la cintura, y en muchos casos no volverá a ser la que era, probablemente nuestro pecho tampoco, nuestra barriga ha perdido tersura y está más o menos redondeada, y es posible que además calcemos un número más que antes por la relajación de los ligamentos.  Incluso las más delgadas, es probable que no vuelvan a tener las formas de antes, a no ser que sean Jennifer López y puedan tener 4 niñeras, un nutricionista y un entrenador personal.  Oye, y las que sí lo han conseguido, un aplauso para ellas.  Pero las demás, el común de las mortales, hemos cambiado y no hay vuelta atrás. 

Cristina
Y desde mi humilde punto de vista lo que tenemos que hacer es no pensar en nuestra cintura perdida, sino en lo que hemos ganado.  Lo primero, nuestras preciosas criaturas, a las que les da absolutamente igual que mamá tenga michelines, arrugas, canas, el pecho caído o 3 brazos.  Lo segundo, lo que hemos aprendido, que podemos con todo lo que nos echen y que hemos superado situaciones que nunca pensábamos que podríamos.  Y lo tercero, y a lo que entiendo que debemos aspirar, es a que nos de ABSOLUTAMENTE IGUAL lo que digan las revistas y su machacona operación bikini, la vecina que nos mira de arriba abajo y la panadera del barrio que esta vez lo que observa es el perímetro de nuestro culo. 
 
Yo estoy en ello, esta es mi nueva “operación bikini”, intentar ser la mejor versión de mí misma que pueda ser, sin presiones, sin cánones, sin obsesiones.  Y cada vez que flaqueo, cada vez que la presión empieza a alcanzarme de nuevo, me pongo mis zapatos más altos, me pinto los labios de rojo y pienso en lo que me dicen mis niños muchas veces: “mami, eres la mejor mamá del mundo” .  Y punto.

Eva


11 comentarios:

  1. Genial Eva!!!! Me has emocionado!!! Q razón llevas!! Ah y yo también engordé en el postparto!! Jajaja.

    María ( Sí la de la primera foto, jeje)

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  2. Pues a ver si somos todas capaces de aplicarnos el cuento ;) Me alegro mucho de que te haya gustado, y aunque quede feo, saber que no soy la única que se engordó DESPUÉS, jajajaja

    Y estás estupenda en la foto, chica ;)

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  3. Plas plas plas!! Muy bien dicho, Eva! Yo TAMBIÈN engordé en el post parto. ¿Y qué?

    Toñi

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    1. Pues eso, y qué? Somos mucho más que una talla :*

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    2. Me añado al club de las que engordó en el postparto... qué le vamos a hacer... tener mellizos a mi me da hambre!! Si no duermo, de algún sitio tendré que sacar las energías!!!

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  4. Sra. Eva, me hizo llorar con esas palabras tan ciertas en cada línea q escribió... Yo soy madre de Augusto y Sebastián y engordé aprendiendo hacer tortas en el postparto...y que más dá!! Sigo siendo feliz y orgullosa de ser una mujer completa y totalmente audaz y capaz de enfrentar el reto de la vida y poder satisfacer a mis chiquitines! De verdad, a todas nosotras una gran ovación de pie!!!bieeeeeeeen!!!! Saludos! :)

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  5. Toda la razón, creo que nos hemos ganado esa ovación :)

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  6. Yo tb me uno al club de las identificadasidentificadas. Pero yo no tengo excusa de emarazos. . Yo soy asi y punto.
    A mi me pasaba al contrario en el embarazo yo queria tener una mega barriga pq es horrible cuando ya estas llenita de por si, estas preñi de 6 meses y la gente no te dice nada (la tipica persona q ves de higos a peras) pq no tiene claro si tu barriga es de preñi o "natural". Jajaa
    Y me vas a permitir q me salga del tema de embarazadas pero alucinariais la de madres q dicen en voz alta q sus hijas tienen mucho culo o qestan gordas cuando la niña de 18 años gasta una 34/36. (Trabajo en una tienda de bikinis) muchas veces el priblema empieza en casa. .

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    Respuestas
    1. Tienes toda la razón...cuantas veces las madres, incluso con la mejor intención, son las impulsoras de esto. Por eso yo hamás le diré algo así a mi hija.

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  7. Claro que si Eva ... yo soy de las que sin estar preñi me decian si lo estaba pq siempre he sido de tripita, asi que cuando me embarace me volvi loca y empece a ponerme ropa superceñida, lo que nunca, para que se me notase bien que era tripa y poder decir SI, ESTOY EMBARAZADA. Asi que la verdad, tuve suerte porque pase mucho de la gente, basicamente, no me digais cómo pero ese tipo de comentarios no me afectaba, yo iba megafeliz con mi supertripa ... incluso en la oficina me sacaron fotos con un compañero midiendomela con una regla y todo el mundo decia que era inmensa y que jamas habian visto una asi ... pero, pues no se, me pillaria asi de buenas, que yo estaba orgullosisima de tenerla ...
    Pero lo que es cierto que la gente es muy metomento, que si tienes tripa sin estar preñada, te dicen si lo estas, que si estas preñi y no tienes tripa, no te dicen ni siquiera si estas embarazada, luego cuando das a luz, que cuidado no te vuelvas a engordar, que si esto que si aquello ... que les den!


    Verónica

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