"Carta de despedida a nuestro Ángel"
Hace un año que acabó el embarazo pero todavía siento
como me dabas pataditas en la tripa, como escuchaba tu corazón en el monitor de
la sala de dilatación, como llenaste mi vida de ilusión y el armarito de Aarón
de ropita rosa.
El día 23 de Noviembre de 2.007 me ingresaron con 4 cm.
de dilatación y a las 20:15 me llevaron al quirófano, en el tercer empujón
naciste tú, mi niña, pesando 2,670 Kgr. y a los 6 minutos, a pesar de que venía
de nalgas, nació Aarón, pesando 2,800 Kgr. pude ver y disfrutar todo el parto
sentir como salíais, como me metieron la mano para colocar a tu hermano,...
De la estancia en la habitación, todavía siento tu calor
bajo mi brazo, ahí tumbada sobre mi pecho succionando para obtener tu alimento,
con tu piel blanca y tus ojos rasgados.
Sobre las 4 de la madrugada nos dormimos, vosotros en
vuestros niditos, junto a mi cama. Cuando despertamos a las 6 de la mañana,
tenías mal color, llamamos a las enfermeras y en menos de cinco minutos nos
dijeron que no había nada que hacer por tí, que habías fallecido por muerte
súbita del lactante.
La gran felicidad del día anterior se convirtió en una
enorme tristeza, amargura, impotencia,... ha pasado ya un año y no hay día que
no me acuerde de tí, no hay día que no llore un ratito por tí pero, también he
aprendido muchísimas cosas positivas y a valorar lo que me ha quedado, mi
precioso Aarón que no merece comenzar la vida rodeado del recuerdo y pena por
tu marcha, así que hemos decidido ser felices con él y dejar que sus avances
llenen todo el vació que ha quedado en nuestro corazón.
Aquella mañana del 24 de Noviembre de 2.007 me desperté
pensando que era una persona fuerte y valiente, que había pasado por un
embarazo múltiple y un parto gemelar como si nada y por fin os tenía conmigo a
mis dos pequeños para empezar a vivir, disfrutar y sufrir con vuestra educación
y crecimiento. Pero en unos minutos todo cambió, el mundo se me vino encima, me
negué a creer lo que me estaban diciendo, me sentía culpable de lo ocurrido,
¿qué podía haber hecho para que las cosas no fueran así?, quería morirme,
quería irme contigo y me sentía como viviendo una vida ajena, de otra persona,…
no podía estar ocurriéndome eso a mí.”
Ya no me quedan lágrimas en lo ojos para derramar por ti,
pero mi corazón seguirá llorando tu falta el resto de mi vida.
En todo éste tiempo ha habido mucho dolor por tu partida
pero ante todo lo que quiero darte una cosa:
GRACIAS,
Gracias por haber acompañado a tu hermano en el camino
hasta la luz.
Gracias por abrirle el canal del parto para que no le
costase ningún trabajo reunirse con nosotros.
Gracias por hacerme sentir madre lactante por primera
vez.
Gracias por escoger nuestra familia para ser la
merecedora de tu visita.
Gracias por darme la oportunidad de saber lo que siente
una madre de mellizos.
Y sobretodo Gracias por escoger el mejor momento para
irte.
He captado tu mensaje, “Cuida de mi hermano como lo he
hecho yo y dale a él todo lo que hubiese sido para los dos”.
Nos hubiese gustado que te quedases con nosotros para
siempre pero supongo que te esperaban en el cielo con más bendición que en la
tierra.
No supimos entender porque no te dejaste fotografiar en
las ecografías e incluso el hecho de que salieran borrosas las fotografías en
la habitación del hospital, ahora sabemos que lo hiciste para que el las
pruebas de tu existencia fueran mínimas reduciendo de éste modo a qué
aferrarnos para llorar.
Aarón ya ha cumplido su primer año y cada día aprende una
nueva gracia y sé que tú estarás siempre a su lado velando para guiarlo y
orientarlo.
Porque sé que tú no te has ido, tu estás con nosotros, me
encanta despertarme tras un feliz sueño en el que nos vemos con papá los
cuatro, jugando en la playa, montando en las atracciones del parque, celebrando
vuestros cumpleaños,… Aarón y tu crecéis juntos y felices.
Siempre vamos a quererte y estés donde estés queremos
darte las gracias por habernos dado el privilegio de ser tu familia y elegirme
como tu mamá.
No te olvides nunca de nosotros y en darnos tus dulces
besos, te llevaremos siempre en nuestro corazón.
Mamá.
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