PARTO MÚLTIPLE - Verónica

 

Estaba ya de 39 semanas, era la madrugada del lunes al martes y me despertaba cada dos por tres, rara, intranquila, también manché como rojo, rosado, no sabía bien qué, no era mucha sangre pero le dije a mi marido que a la mañana siguiente nos iríamos al hospital, porque además no había sentido demasiado a las niñas durante las últimas horas.

 

Me levanté a las 8 a ducharme y me daban algunas contracciones, 1 o 2 a la hora. Las identifiqué porque era un dolor que me venía de atrás hacia delante, duraba como 1 minuto y no se me pasaba ni andando ni cambiando de posición ni nada. A eso de las 10 y media, ya me daban cada 20 minutos. Cogimos un taxi y durante el viaje me iban dando cada 15 minutos, ahí el taxista tuvo que comentar, lo típico: Llegamos al hospital, ¿verdad? ¿Aguantas? Y yo, ni caso, respirando para pasarla sin mucho dolor. Mi marido mirándome y diciéndole al taxista: sí, sí, usted tranquilo. Llegamos al hospital a las 11 de la mañana más o menos, me atendieron a eso de las 12, allí en la sala de espera ya me daban cada 15 minutos regularmente. Total, que tras el tacto y la ecografía, me dice la gine: nada, todo bien, estás dilatada de 5 cm. Y yo pensando, genial, sin dolores ni nada, porque las contracciones que tenía apenas dolían, aguantaba perfectamente respirando como nos habían enseñado en el curso prenatal: coger aire en 2 tiempos expulsarlo en 4. En fin, que pregunto si me voy a casa, toda pancha que estaba yo y me dice la gine: de eso nada, tú te quedas, ¡si estás de 5!. Y nada, salí de la consulta sentada en una silla de ruedas camino de la habitación donde daría a luz. Entramos, me ayudan a tumbarme en la cama y vienen enfermeras, matronas, me empiezan a coger una vía en un brazo y yo preguntando por si tengo que pedir la epidural ya o cuando, nadie me decía nada y al poco aparece el anestesista, que me dice que me incorpore, empieza a manipular en mi espalda, me dice que me va a poner la vía de la epidural … y cuando pregunto que cuando me la pone, va y salta: ya mismo, la tienes puesta … y yo sin enterarme apenas, bien … todo el embarazo pensando en lo que dolería poner la epidural y ni me había enterado. Al parecer estaban todos revolucionados porque en su tablón de partos leyeron que estaba de 5 cm con mellizos y pensaron que tenía mucho dolor. Total que me la pusieron y yo tan fresca, me pusieron a la vez oxitocina para dilatar y nada, allí nos dejaron, era como estar en casa, mi marido al lado, hablándome, no sé de qué, supongo que hablaríamos de banalidades porque sinceramente, no me acuerdo de las conversaciones, mi madre que entraba de cuando en cuando, mirábamos el monitor y decíamos: ¡ah, mira, una contracción!, ¡ah, sí… otra…! pero yo ni enterarme, se ponía la tripa dura y porque el monitor ponía tal número o tal otro más alto, que sino…. Ahora una foto aquí, otra foto allá, mi marido quería todo el reportaje al completo. A eso de las 6 de la tarde estaba dilatada de 7 cm., vino la matrona para decirme que me subía la oxitocina y que me bajaba la epidural, que al parecer iba lenta dilatando; para mí que les pillaba el cambio de turno y había que acelerar el asunto, ¿qué era eso de estar todo el día pariendo? Total, que realmente solo tuve esa hora de contracciones dolorosas, todas seguidas, no había descanso ... no grite ni nada, tampoco era para tanto, creo que he tenido reglas más dolorosas, me bastaba con las respiraciones anteriores y estrujar la mano de mi marido. Eso sí, en una hora creo que pedí subir la epidural 2 veces y siempre me decían por megafonía de la habitación: tranquila que ahora vamos… y vinieron a las 7, eso sí, la matrona sola no, se llenó la sala de gines, enfermeras, neonatos, pediatras y le echaron a mi marido, diciendo que era parto gemelar y que era medicalizado. La verdad que yo no podía pensar y claudiqué, luego hablando con mi marido, me contó que él se llevo mucho disgusto y estuvo llorando fuera de la habitación, básicamente porque no lo habíamos previsto, nadie nos dijo que en los partos gemelares era así, la norma del hospital. En fin… la ginecóloga me iba indicando cómo empujar y cuando, que la verdad, no estaba muy tumbada pero sentada tampoco y cuando lo tienes todo dormido que no sientes nada, sinceramente, es muy difícil hacer fuerza. Al final en 4 contracciones y 4 pujos nació Irati a las 7 y media, con ayuda de ventosa (que no me lo dijeron, me entere al día siguiente al verle la marca en la cabecita) y 10 minutos más tarde Alaitz con 3 contracciones. Nada más nacer, entró de nuevo mi marido, enseguida expulsé la placenta y ya me estaban cosiendo la episiotomía, 5 puntitos de nada. No me enteré de nada de nada, ni dolor, ni presión, ni cosquilleo cuando hicieron el corte, ni tampoco sentí cómo salió Irati pero a Alaitz sí, noté como una liberación al salir la cabecita, noté cómo se deslizaba por mi vagina, la verdad que una sensación preciosa, me hizo muchísima ilusión sentirla salir de mí. A las niñas les pusieron 2 minutos de oxígeno, porque yo había tenido algo de fiebre en la dilatación, pero enseguida me las pusieron al pecho a las 2 a la vez, eso sí, esos 2 minutos creo me los pasé diciendo: ¿por qué no me las traen, por qué no me las traen? Las tenía a mi derecha, en una camilla con oxígeno, pero en el otro extremo de la habitación. Una vez que me las dieron, nos dejaron a los 4 solos durante 1 hora o más, con la luz bajita y todo íntimo, muy a gusto, la verdad.

 

Imaginaros el momento, ahí los 4, yo medio llorando de la emoción, mi marido igual, las pequeñitas buscando mis pezones… y los dos con cara de tontos mirando lo preciosas que eran.

Lo que recuerdo aún y es algo que no se me olvida, es el olor de Alaitz, a Alaitz no le pusieron gorrito, con lo que mientras estaba tumbada sobre mí, yo podía olerle la cabecita, aún manchada de todos los líquidos de mi cuerpo, pero no sé… ese olor a bebé recién nacido de ti es indescriptible.

 

Y nada, ahí comienza la vida de Irati y Alaitz, que nacieron estupendas de peso: Irati 2890 grs y Alaitz 3030 grs. el 17 de Junio del 2008.

 

Verónica.