jueves, 8 de noviembre de 2012

PARTO MÚLTIPLE - María José


- DOBLE PARTO GEMELAR – NACIDA PARA TRAER MÚLTIPLES AL MUNDO -


23 de Noviembre de 2.007, Aarón y “su ángel”, a la Semana 35:

A las 9 de la mañana fui a la consulta del Test Basal, donde monitorizaron a los bebés estupendamente.

Después pasé a la consulta de Alto Riesgo, donde me han hicieron un tacto y una ecografía.

No me lo esperaba, pero me dijeron que ya llevaba 4 cm. de dilatación y por ser gemelar, no pueden dejarme ir a casa, así que me ingresaron rápidamente para inducirme las contracciones.

Les comenté que mi marido estaba en Madrid y que llegaba a las 14:30h., así que fueron muy amables y no me pusieron Oxitocina hasta que él llegó.

Las contracciones de parto no tardaron en aparecer, cada 2 minutos, no tenía opción casi ni a respirar, me agarraba a las sabanas, practicando el control de la respiración que nos habían enseñado.

La matrona, me recomendó ponerme pronto la Epidural, ya que al venir 2 y el niño de nalgas, es probable precisar instrumental, así que me la pusieron y fue estupendo. Ya llevaba 5 ó 6 cm. de dilatación.

Fue genial, ya que sentía cada contracción, cada movimiento interno, cada tacto que me hacían, podía mover las piernas… todo ello sin problemas y SIN DOLOR. Cerca de las 8 de la tarde ya se había borrado el cuello y estaba bastante dilatada, así que comenzamos con los ejercicios del expulsivo. No se me daba nada bien, primero me oriné encima y no conseguí captar la idea de cómo se empuja. A poco más de las 8, la cabecita de la niña ya asomaba, así que me despedí de mi marido por un ratito y me  llevaron camino del quirófano. Entrábamos a las 20:15, me pasaron a la cama de partos y gracias al plafón de luces que tenía encima, me ví reflejada y ví cómo evolucionaba todo como si fuese una televisión gigante. Empujé dos veces como me enseñó el doctor y antes del tercer empujón me ha dicho “NO levantes el culete, que no dejas salir a la niña, bájalo para abajo a la vez que empujas,… así que en el tercer empujón, a las 20:25 salió la niña lanzadísima, fue impresionante, la vi muy, muy blanquita, se la llevan a una mesa a un par de metros de mí y la miden, pesan,… pesa 2.680 gr. (es enorme para ser gemelar).

Como el niño viene de nalgas, el doctor introduce su mano dentro de mí, lo colocó y de un fuerte tirón, lo sacó. A las 20:31, con sólo 6 minutos de diferencia, ha pesado 2.800 gr., todavía es más grande que su hermana. No me ha hecho falta episiotomía, sólo he tenido un desgarro de 4 puntos.

Disfruté mi parto, la llegada de los dos bebés, sentir todo lo que en mi interior acontecía y sin dolor,… SIN DUDA ALGUNA, ESTO QUEDA CON DIFERENCIA EN MI MEMORIA COMO EL DÍA MÁS FELIZ DE MI VIDA. Y seguro que no sólo el mío; al sacarme del quirófano, allí en el pasillo, estaban todos: mi marido, mis padres, mis suegros, mi hermana, mis primos, mis cuñados, mis sobrinas,… con las caras más felices que nunca les hubiese podido imaginar. 

Como nunca hay alegría completa, a las 10 horas del parto mi niña se fue por “Síndrome de la Muerte Súbita del Lactante”, pero ello no nos desanimó a ser papás de múltiples, así que 3 años y 3 meses más tarde:



17 de Febrero de 2.011, Ainhoa y Abel, en la semana 34:


El día 16 de febrero me llamó mi marido por teléfono, eran las 6 de la tarde:

-       ¿Qué tal vas?
-       Me siento un poco rara, pero bien.
-       ¿No te pondrás de parto, que voy a coger un vuelo para Lisboa?
-       No, tranquilo, que nos falta todavía un mes.
-       Bueno, luego te llamo.

Sobre las 7 de la tarde vino mi padre a traer a Aarón a casa y sin darme tiempo siquiera a decirle que me encontraba regular, me dijo que tenía y prisa y se marchó.

Allí estábamos Aarón y yo, solos en casa. Aarón comenzó a sacar juguetes, sus construcciones, coches… Yo notaba que algo no iba bien, sentía contracciones, eran distanciadas, cada 15 ó 20 minutos, pero comenzaban a no ser soportables.

Cada vez que llegaba una yo me tumbaba en el sofá, en la cama, me encogía… Aarón venía detrás de mí y viendo mi cara se sentía culpable.

-       Mami, no te pongas así que recojo los juguetes.
-       (leve sonrisa)
-       Venga mami, que no grito.
-      Cariño, no es culpa tuya, sólo es que los tatos van a venir hoy y por eso a mamá le duele mucho la tripa.
-       ¡Pues me enfado¡ Yo quiero jugar a las construcciones, no que vengan los tatos.

Ya eran más de las 8 y media y yo veía que eso iba adelante, así que cogí el teléfono e intenté ponerme en contacto con alguien: mi marido en Lisboa, mis suegros en Barcelona, mis padres y mi hermana sin cobertura (en urgencias en el Royo Villanova con mi abuela), mi sobrina con el teléfono apagado (en la biblioteca)…

Comencé a ponerme nerviosa, ¿qué hago?, ¿cojo un taxi?, ¿dónde dejo a Aarón?… ¡Me veo dando a luz sola en casa y con Aarón de matrona!...

A las 9 ya tenía las contracciones cada 5 minutos. Duraban 40 segundos, así que para que se me hicieran más cortas contaba del 1 al 40 y… ¡ya!... otros 5 minutos para pensar y actuar.

De repente, el teléfono comenzó a sonar, mi madre, mi hermana, mi sobrina,… pudimos organizarnos bien, mi sobrina se llevó a Aarón y mi hermana me llevó al Hospital Infantil.

Llegamos a Urgencias, delante de mí había 2 mamás que fueron por lo mismo, entraron en control, las miraron y las enviaron a casa.

Me tocó mi turno, entré en la sala de la doctora y me pregunta cómo son las contracciones, comienzo a contestar y…. ¡ahí viene una!. Me hicieron un tacto y le dice a la auxiliar: “A la sala de dilatación, parto inminente”.

Como mi marido estaba en Lisboa, mi madre pudo acompañarme en todo momento y ahí estuvo sufriendo y encogiéndose el alma en cada contracción que sentía.

Ya eran casi las 11h. sonó el teléfono y era mi marido:

-       Hola, estoy cenando con Miguel y su familia , tú ¿qué tal vas?
-       Estoy en el Hospital Infantil, van a nacer los niños.
-       ¡No jodas!

Ahí acabó su conversación. Colgó el teléfono y se fue corriendo para el aeropuerto a coger el primer vuelo de vuelta, pobrecico, cuando llegó ya habían nacido nuestros hijos 12 horas antes.

Me pusieron la epidural, de nuevo justificando que como el parto era gemelar y la niña venía de cara, sería problable el uso de instrumental.

Estaba muy dilatada, pero, por evitar sufrir a la niña, accedí y… qué bien, otra vez perdí la noción del dolor. Seguí notando las contracciones pero no dolían.

Poco más de las 1:30h. de la madrugada del día 17 de Febrero vinieron dos señoritas (no sé si matronas, auxiliares…). Mi madre se colocó a los pies de la cama y una de ellas comenzó a intentar borrarme el cuello del útero, mientras charlaba con su compañera, a lo que mi madre comienza a gritar:

-       ¡Que está ahí!, ¡Los ojos, mira los ojos!

Vaya susto se dieron las auxiliares. Una de ellas llamó urgentemente a un celador y se llevaron la camilla, pero no como en las películas sino derrapando por las curvas.

Llegamos al quirófano y con un pie en la camilla y el otro en la mesa de operaciones me hicieron una pequeña episiotomía limpia y rápida, y en un abrir y cerrar de ojos Ainhoa ya estaba fuera.

Ahora que ella ya estaba fuera, con tranquilidad me pasaron a la mesa de operaciones, me limpiaron un poco, me ataron (sí, no sé porqué, pero, me ataron) y con paciencia ya me dijo un chico que era matrona:

-       Bueno, ahora vamos a sacar al niño. ¿Te acuerdas como se hace el expulsivo?
-       La teoría sí, pero la práctica no sé como irá.
-       Venga, vamos a hacer un primer intento, a la de 3 empuja. Una, Dos, y… Tres.

Y en ese empujón salió Abel. Menos mal que era sólo un primer intento.
Seguido me enseñaron a Ainhoa, me sorprendieron sus ojos superabiertos, casi asustaba.
Minutos después me enseñaron a Abel, era un clon repetido de su hermano Aarón.
Ambos pesaron 2.670 gr, estaban sanos y todo había ido estupendamente. 

Han pasado 20 meses desde entonces y aunque sus primeras horas estuvieron rodeadas de muchos fantasmas, todos los recuerdos que me quedan de esa noche son fantásticos y maravillosos.

2 comentarios:

  1. vaya Mª José, bellísima y durísima historia.

    Solo decirte que stoy llorando.

    Un abrazo, María (mami de Elsa y Carla)

    ResponderEliminar
  2. M has puesto los pelos d punta. También he acabado llorando. Q bonito y q duro a la vez....
    Os deseo a ti y tu familia lo mejor.

    Andrea (1+1+2)

    ResponderEliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...